Jorge Salazar empezó con diez años sobre el skate y eran otros tiempos muy diferentes a los que ahora vive este deporte. «En aquella época no era un deporte. Para mí siempre ha sido una forma de vida, mi psicólogo al que siempre le he dedicado tiempo. He trabajado en arte, en tiendas, pero siempre reservé tiempo para patinar. Cuando empecé el skate era nuestra red social. Nos juntábamos los ‘raros’. Había que robar maderas para las rampas, no había otra cosa. En esos tiempos me cayeron multas, hoy he dado clases a policías», declara para PALIKES.net.
Los comienzos de Jorge Salazar en la escuela del skate
«En 2007 iniciamos la escuela municipal de skate en la Punta del Hidalgo. En la zona ya existía tradición de surf y querían juntar los dos deportes. Fue la primera escuela de Canarias. Tiramos para delante con pocas plazas y el proyecto fue caminando. Antes de la pandemia hemos abierto plazas para adultos en lo que ha sido una demanda brutal, un éxito y estoy volcado. Hubo un tiempo que estuve también en los primeros pasos del inicio de la escuela de las Mantecas, también un proyecto del Ayuntamiento de La Laguna», declara Jorge Salazar.
En este proyecto las clases son desde los seis años hasta los 18 y se dividen en tres grupos, «iniciación, intermedios y perfeccionamiento». En adultos, de 18 hacia adelante, cada vez son más, en clases de hora y media. Esta actividad Jorge Salazar la explica como «algo muy positivo, sobre todo para niños y niñas. Este deporte hace que tengas que tener atención plena en lo que haces, porque si no te vas al suelo. Concentración, coordinación y todo ello en un ambiente muy amigable. No existe competición entre los niños porque es un deporte individual pero al mismo tiempo comparten tiempo de calidad al aire libre».
Los viajes a California de Jorge Salazar
El tinerfeño Jorge Salazar sigue formándose para mejorar las clases y estar al tanto de las nuevas tendencias que existen alrededor del skate. «He viajado a California a patinar y aprovecho para documentarme para dar las clases. Siempre intento renovarme. Hablamos de un deporte extremo y las clases tienen que ser muy metódicas para evitar lesiones».
Skate, deporte olímpico
«Cuando empecé yo, con diez años, la historia era muy diferente y en esa época podemos decir que el skate era una actividad delincuentes no por nada, sino que así lo veía el resto de la gente. He tenido muchas multas (confiesa entre risas). Teníamos que hacernos nuestras propias rampas y robar madera. En esa época no había redes sociales ni Youtube para aprender de los mejores. Tirábamos de revistas y cintas VHS para entender cómo hacer las maniobras. A partir de ahí muchos golpes. Estoy operado por todos lados.
Ahora la imagen del skate se ha limpiado. Me alegra y no, porque lo que me gustaba antes era que más que un deporte era una forma de vivir. Yo me he adaptado pero mi cabeza sigue funcionando a la antigua. No me puedo quejar porque ahora me dedico a dar clases.
En una época competí en campeonatos de Canarias, tuve la suerte de ganar un campeonato de Vans y llegó el sponsor. He patinado para algunas tiendas, actualmente lo hago para Vill skateshop que está en el sur de Tenerife. También lo hago para Efecto CBD enfocada en las lesiones que siempre llevo encima. Siempre me gusta apoyar a las empresas locales y lo hago ahora con Moly shop. Si en algún momento puedo ayudar a gente del sector lo hago», concluye Jorge Salazar.